Oriundos de Texas, Dave Gryder en teclados, Henry Vasquez en vocales y batería, Eric Schmidt en guitarra y Roger Yma al bajo, dan forma a esta monstruosa banda que vio la luz por primera vez en el 2004 con su homónimo e inferior “Blood of the Sun”.
Pero vayamos a “In Blood we Rock” (Brainticket, 2007), último trabajo hasta la fecha en donde saltan a la luz influencias de la talla de Cactus, Led Zeppelin o Captain Beyond. Con la intención de retomar el sonido valvular que caracterizó a estas bandas y no simplemente emularlo, graban sus discos de manera analógica, logrando un trabajo excelente ante las consolas. “In Blood we Rock” está contaminado con canciones tan poderosas como es el caso de “Burnin”, o una sutil manera de decir voy a quemarme en el infierno para siempre, o tal vez “99 1/2” que es lo mas parecido a escuchar a Ray Manzarek intermediando alguna canción de Uriah Heep, mas un pequeño plus a modo de arreglo al mejor estilo Santana, que a decir verdad es lo que menos me gusta, o el demoledor “Squeaky Wheel” en donde su estructura de canción Hard-Rock de los 70 toca su nota más alta.
Su portada es sinónimo de pura potencia, en ella vemos un esqueleto que montado a una vieja Harley Davidson atraviesa unas llamas mientras que a su lado y en otro plano, vemos a una chica de aspecto cadavérico parada como si hubiera dado la orden de salida a una carrera clandestina, obviamente con el infierno como meta, y eso en resumen, es lo que mejor define este disco.
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